16/06/05
Arte Poética
Mirar el río hecho de tiempo y agua
Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua...
Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges
Fuimos Juntos
Fuimos juntos compañeros, fuimos algo juntos,
compartimos mucho tiempo, muchas caras y lugares.
Y como un río de agua y tiempo,
nuestro ser compartido fluyó
así como fluyen las caras en la vida.
Así fluímos siendo un ser por unos años, siendo algo juntos.
Es de nosotros el seguir siendo algo juntos
ahora que nada nos enlaza sino la cicatriz de un ser que fuimos
cuando fuimos algo juntos.
Sé que no soy el más indicado para decir en general qué es la preparatoria, o qué fue... ya que la vida me ha puesto en una posición un poco diferente a la mayoría de ustedes. Pero la juventud es juventud; aquí y en Tombuctú. Mi lozana condición y la convivencia con ustedes me hacen tener algo en común con el espíritu popular.
Estamos terminando una etapa más en la aventura que involuntariamente iniciamos: la vida. Y si nos vamos con eso de la falta de voluntad también podríamos mencionar la escuela...
La vida es, compañeros, algo más que una simple sucesión de etapas. La vida es algo más que constantes comenzar y constantes terminar. La vida no son pasos ordenados. Momentos bien formados, tomando doble distancia como en la primaria. No...
Somos nosotros los humanos quienes hemos hecho de la vida un montón ordenado de ciclos, de escalones, de cursos, de niveles, de absurdas medidas, de calendarios arrugados, de... ¡de escalas limitantes!
La vida es una capirotada de particular sabor. No hay receta ni método científico para la vida.
Y es lo vivido en los últimos tres años (algunos más, otros menos) lo que nos enlaza.
Y es compartir la vida para lo que nacimos ¿no?
Compañeros de vida. ¡Eso somos!
Somos. Eso basta.
No estimamos el peso y el impacto que ha tenido esta experiencia de la escuela en nuestras vidas. No hemos aprendido todavía que lo aprendido no se debe quedar en las calificaciones, en las aulas. Quizá no imaginamos lo que se espera de nosotros.
Jugar al maratón en casa de nuestros abuelitos no es la única utilidad práctica de lo que aprendimos aquí... También hay crucigramas y concursos de televisión... No, no es cierto.. A lo que me refiero es...
Nos enseñaron, más que matemáticas, historia y geografía... nos enseñaron a vivir. Nos enseñamos unos a otros a crecer. Y algunos ya en estos días, pretenden enseñar a morir. Ahora somos jóvenes. Aprendamos a serlo. Y enseñemos a otros lo que sin materias y sin exámenes aprendimos aquí.
compartimos mucho tiempo, muchas caras y lugares.
Y como un río de agua y tiempo,
nuestro ser compartido fluyó
así como fluyen las caras en la vida.
Así fluímos siendo un ser por unos años, siendo algo juntos.
Es de nosotros el seguir siendo algo juntos
ahora que nada nos enlaza sino la cicatriz de un ser que fuimos
cuando fuimos algo juntos.
Sé que no soy el más indicado para decir en general qué es la preparatoria, o qué fue... ya que la vida me ha puesto en una posición un poco diferente a la mayoría de ustedes. Pero la juventud es juventud; aquí y en Tombuctú. Mi lozana condición y la convivencia con ustedes me hacen tener algo en común con el espíritu popular.
Estamos terminando una etapa más en la aventura que involuntariamente iniciamos: la vida. Y si nos vamos con eso de la falta de voluntad también podríamos mencionar la escuela...
La vida es, compañeros, algo más que una simple sucesión de etapas. La vida es algo más que constantes comenzar y constantes terminar. La vida no son pasos ordenados. Momentos bien formados, tomando doble distancia como en la primaria. No...
Somos nosotros los humanos quienes hemos hecho de la vida un montón ordenado de ciclos, de escalones, de cursos, de niveles, de absurdas medidas, de calendarios arrugados, de... ¡de escalas limitantes!
La vida es una capirotada de particular sabor. No hay receta ni método científico para la vida.
Y es lo vivido en los últimos tres años (algunos más, otros menos) lo que nos enlaza.
Y es compartir la vida para lo que nacimos ¿no?
Compañeros de vida. ¡Eso somos!
Somos. Eso basta.
No estimamos el peso y el impacto que ha tenido esta experiencia de la escuela en nuestras vidas. No hemos aprendido todavía que lo aprendido no se debe quedar en las calificaciones, en las aulas. Quizá no imaginamos lo que se espera de nosotros.
Jugar al maratón en casa de nuestros abuelitos no es la única utilidad práctica de lo que aprendimos aquí... También hay crucigramas y concursos de televisión... No, no es cierto.. A lo que me refiero es...
Nos enseñaron, más que matemáticas, historia y geografía... nos enseñaron a vivir. Nos enseñamos unos a otros a crecer. Y algunos ya en estos días, pretenden enseñar a morir. Ahora somos jóvenes. Aprendamos a serlo. Y enseñemos a otros lo que sin materias y sin exámenes aprendimos aquí.
Aprendimos con el hermano Deloya lo que era el "arké" de los griegos. ¿se acuerdan? aquello de lo que decían que era la materia prima de todas las cosas... Pues mi arké, amigos, son ustedes. Porque los llevaré en mis futuras acciones, porque se quedaron en mí, porque ahora serán materia prima de mis decisiones, de mis pasos, de mis creaciones, de mis construcciones, de cada momento que construya a voluntad en el mañana. Y mañana arderán en mis recuerdos como el fuego de Heráclito, soplarán en mi pecho como el aire de Anaxímenes.
Y podré reconstruir con ustedes, cuando quiera, mi sublime juventud.
Ojalá que mañana, al ir al circo con nuestros hijos, nos acordemos de Chava y de sus enanos hipofisiarios, acondroplásticos, y demás monosomias gonosómicas.
Ojalá que mañana, al contestar un crucugrama o al abrir un diccionario, nos acordemos de la miss Sandra y de sus palabras rimbombantes.
Ojalá que mañana, al llegar tarde a nuestro trabajo, recordemos a Víctor Félix, que nunca fallaba a nuestro encuentro cuando efectivamente encontrábamos que el reloj nos había traicionado.
Ojalá que mañana, cuando estemos de vacaciones por el mar de Cortés, recordemos el consejo de Camou y aprovechemos el viaje para conocer las pirámides de Egipto.
Ojalá que mañana, cuando vayamos a la lucha libre, recordemos a Nápoles y su recreativa clase de estadística.
Ojalá que algún día... Sepamos qué era todo lo que nos decía la maestra de Inglés en otro idioma.
Ojalá que estén entendiendo mis chistes.
Ojalá que mañana, el Hno Deloya le cuente a sus alumnos de nosotros: los babositos que no leían. Que tenían ojos y que no veían.
Les deseo lo mejor a todos a nombre de todos.
Maestros: Gracias por compartirnos su vida.
Papás: Gracias por darnos la suya.
Dios: Gracias por existir.
Josué Zarzosa
Palabras de despedida, IFL G.47
16/06/05
