Saturday, April 23, 2011

Si tú no hicieras

(2005)

Si tú no hicieras salir
de mis ojos,
lágrimas que al subir
llegan al suelo.

Si tú no hicieras salir
de mis entrañas,
gritos de amor que quieren
amarte sin diluirse.

Si tú no hicieras morir
dentro de mí esos ojos,
que buscan lo que creen es vida,
que quieren deleitarse en nada.

Si tú no hicieras como hoy,
mi corazón hincharse en alegría
y buscar el suelo,
este suelo frío al medio día.

Si tú no hicieras eso,
nada de eso;
podría yo decir Señor,
lo que tantas tontas veces
sin pensar he dicho:
"El Señor no me ha llamado..."

Si tú no hicieras Señor,
tan sólo si no lo hicieras.

30 de Septiembre de 2005

Plenitud

(2004)
Largo es el camino,
caminar es buscar,
encontrar no es llegar,
encontrar es vivir lo que buscas
y seguir buscando...
Algo tiene que explicar
cuando sientes plenitud por todos lados,
cuando vives el instante aprovechando
la brisa de aire que te envuelve y te acaricia.

Algo tiene que explicar
cuando sabes que caminas,
y no paras en tu andar, y sientes
que llegas cada segundo, que terminas
continuando y comienzas cada instante
un nuevo segundo a henchir
de plenitud.

Algo tiene que explicar
cuando sientes que comienzas
y alzas tus brazos en adoración
levantando la cabeza al sentir
el gran vacío que poco a poco
vas llenando y agradeces
por tener espacio que llenar
viviendo.

Algo tiene que explicar
cuando quieres hacerlo
todo al mismo tiempo,
soñando en lo que vives
lo que sueñas, viviendo
en lo que sueñas lo que vivirás.
Cuando quieres evadir lo que
te compromete,
para seguir plasmando
con tu pluma lo que sientes.
Cuando sientes que el papel
se encrespa al igual que tu piel
al recibir las partes de tu pleno sentir.

Hoy explica todo el no esperarme
a divisar un letrero de llegada
para comenzar a vivir lo que
planeo vivir cuando llegue a donde voy:
Consagrar cada minuto a ti Señor.

Josué Zarzosa
03 de Marzo de 2004

Mi alegría se entristeció

(2004)

Ab imo pectore

Mi alegría, mi refugio, mi consuelo,
también como yo se entristeció.
Aquella quien me lanzó al vuelo
de la vida, la vida la venció
por un momento…

La mujer quien valiente compañera,
instructora de la vida,
me enseñó que en todo viera
un beneficio, una salida,
hoy se enfrenta a una fiera:
la que en otros tiempos amante de Romeo fuera,
hoy la deja con sus gritos aturdida.

Experta en desventuras y desilusiones,
me enseñó a estar siempre firme,
a buscar con calma soluciones
a los vagos cruces del camino,
que requieran acertadas decisiones.

Con su ejemplo me marcó,
como marcan una noche las estrellas,
como un astro iluminó,
mis pesadas agonías, pocas ellas.

Un regalo, una rosa un poema,
no es nada comparado con tu entrega,
hacia mí, Chiva, Isra, Ema;
por nosotros aceptaste dura brega.

Hacia ti mis primeros gritos fueron,
tus ojos los primeros que los míos vieron,
Hacia ti van mis pensamientos,
dulce reflejo de bellos momentos.
Hacia ti mis palabras de aliento,
para ti todo lo que hoy siento:

-Voltea hacia atrás un instante,
y verás,
como siempre has salido triunfante,
y volverás,
a triunfar y a salir adelante.

Voltea a tu lado un momento,
y descubre,
la presencia de Dios en el viento,
que te cubre.

Ni dinero, ni trabajo, ni salud
valen tanto para estar en bancarrota
con su ausencia.
Con dinero no se compra plenitud,
la felicidad sólo del amor brota
y es su esencia.

Te Amo

Josué Zarzosa
(20/Mayo/2004)

De amor fraterno

(2004)

Guarda cuando tengas los motivos
de querer a quienes querer no puedes,
mantenlos dentro de ti cautivos
y caerán de tu egoísmo las paredes.

Es difícil subir en la pendiente,
el egoísmo es gravedad en el amor;
es más fácil si mantienes latente
el ejemplo de Cristo en tu interior.

Cuando a la gravedad se sume el peso,
de los errores y defectos de tu hermano:
Olvidate de todo lo que sabes,
deja atrás todo juicio vano
y recuerda los motivos que guardaste.

Cuando absurdamente te molesten sus virtudes,
que al notarse denuncian en ti su ausencia,
date cuenta de que a esta actitud acudes
por vivir la vida en competencia,
y recuerda los motivos que guardaste.

El hermano también se vuelve cotidiano,
lo cotidiano no es interesante.
Busca tierra virgen en tu hermano,
y haste de esta tierra caminante.

Sabes bien hermano mío lo que cuesta,
vivir con tus hermanos sin querellas.
Hazlos luz, si la ocasión se presta.
Y andarás tu vida en un jardín de estrellas.

Josué Zarzosa (2004)

Friday, April 15, 2011

¡No se han acabado los talentos!

Discurso pronunciado con ocasión de la entrega de reconocimientos a la permanencia en el programa de talentos UANL el 14 de Abril de 2011.


Muy buenas tardes Dr. Jesús Ancer Rodríguez, rector de nuestra Universidad, autoridades aquí presentes, compañeros del programa institucional de talentos universitarios, padres, maestros, amigos todos. Es un honor para mí el poder compartir un breve mensaje a los mejores alumnos de mi universidad, así como también a sus padres y maestros.

Se atreven estas palabras a ser voz de todos los estudiantes del programa, y al mismo tiempo pretenden transmitir de estudiante a estudiante un sentido de responsabilidad y compromiso por el extraordinario hecho de ¡ser un talento!


Quiero felicitarlos compañeros por formar parte de este exclusivo grupo de estudiantes con oportunidades excepcionales.

Después de unas cuantas reuniones en el programa de talentos, no resulta difícil a partir de simple observación delinear el perfil del estudiante talento promedio: un joven privilegiado, con una relativa seguridad económica y familiar que le permite dedicarse de tiempo completo a los estudios, que cuenta con los recursos materiales necesarios para realizar sus trabajos escolares, que tiene unos padres que le exigen y al mismo tiempo le apoyan, que no es ajeno a la responsabilidad ni al compromiso y tiene, gracias a su formación familiar, unos valores claros y bien definidos.


¿Les es ajena esta descripción compañeros? Puedo asegurar que no. Y es precisamente a raíz de este hecho, el hecho de haber recibido tantas oportunidades, que quiero compartir una reflexión sobre nuestro papel en la sociedad como estudiantes de alto rendimiento.

En esta parte del discurso me voy a aprovechar un poco de una moda que trae Monterrey desde hace ya algunos meses, algunos de ustedes podrían ser incluso ya víctimas de este furor. Me refiero a la poncho-manía. Así es, escucharon bien. Así que chicas talentosas, por favor, ¡atentas! que voy a hablar de poncho.


Me atrevo a proponer a poncho como nuestro modelo. Solamente me permitiré una pequeña variación en la propuesta. El poncho del que hablo se apellida Reyes Ochoa y es también conocido como “El Regiomontano Universal”: Alfonso Reyes.


Si Alfonso Reyes hubiera nacido en nuestros días, sería sin duda miembro del programa de talentos. ¡Tendría que serlo! Encaja perfectamente en el perfil. Ya estaría aquel inquieto joven proponiendo a la maestra Nora realizar grupos de discusión de los clásicos griegos, o hubiera quizás organizado un facebook para la difusión cultural en la universidad. Sin duda no se quedaría con los brazos cruzados ante las crisis actuales que enfrenta nuestro país.


¡Algo estaría ya tramando aquel joven Alfonso a quien el sol de Monterrey siguió desde su infancia!

Hijo de Bernardo Reyes, ex-gobernador de Nuevo León, Alfonso Reyes contó con oportunidades para estudiar como nosotros. A los 19 años fundó un grupo de discusión filosófica, criticó al positivismo de su época y al desarrollo nacional durante el porfiriato; publicó su primer libro a los 21 años de edad, a los 23 años se graduó como abogado. Todo esto en un México caliente y violento, con una Revolución a punto de estallar. Más tarde puso el nombre de México y de Monterrey en un lugar muy alto para que todo el mundo viera que en Monterrey, ¡No se han acabado los talentos!.


¿Quién de nosotros compañeros va a sorprendernos primero publicando un libro antes de graduarse? O quizás un artículo científico, una colaboración en algún periódico, un blog, una revista...

Propongo entonces que seamos “Estudiantes Alfonsinos”, o en un argot más comercial “Ponchoestudiantes”. Rompamos los límites, busquemos proyectos que nos parezcan imposibles y comprometámonos con ellos. La principal y más grande exigencia viene de uno mismo. Exijámonos más de lo que creamos poder y propongamos hacer de nuestra historia en cada una de nuestras carreras, un programa especial de estudio de alto rendimiento.

Quiero felicitar también a los padres talento y a los maestros talento que nos acompañan, pues detrás de un estudiante de alto rendimiento, hay desde luego excelentes padres y maestros. Un breve mensaje para ellos:

No tienen idea de lo mucho que nos incentiva una palmada suya, una mirada de confianza, un desafío. Somos jóvenes y ardemos en inquietudes y en sueños.

Esperen mucho de nosotros y daremos más de lo que esperan.

Finalmente agradezco a nuestra alma mater a nombre de todos nosotros los estudiantes talento y sé que al salir de nuestra segunda casa: nuestra universidad, podremos decir junto con el poeta regio:

“cuando salí de mi casa,
con mi bastón y mi hato
le dije a mi corazón:
-¡Ya llevas sol para rato!-“


Gracias a ti Universidad Autónoma de Nuevo León:

“Traemos tanto sol adentro
que ya tanto sol nos cansa.”


Sigamos brillando compañeros.
Allere Flammam Veritatis
Muchas Gracias.

Monterrey, N.L. a 14 de Abril de 2011