Poesía, opinión, anécdotas y experimentos literarios.
Saturday, December 31, 2022
Madurez
Friday, December 30, 2022
No eres tú, soy yo
Wednesday, December 28, 2022
El parque de la ciudad
Junto a mí
Monday, December 26, 2022
El curso de poesía
Sunday, December 25, 2022
La candidata
Friday, December 23, 2022
Tres pasiones
Thursday, December 22, 2022
El cuento que no sabía escribir
Mientras duermo
Wednesday, December 21, 2022
Bien por ti
Quién dijo que la vida es siempre justa
Tuesday, December 20, 2022
Galleta de la fortuna para bebés II
Monday, December 19, 2022
Galleta de la fortuna para bebés I
Sunday, December 18, 2022
Mi bebé tiene superpoderes
Mi bebé tiene superpoderes. Este año predijo todos los partidos del mundial. Se queda muy quietecito en su sillita viendo los juegos en la tele. Como si pudiera entender al comentarista narrando el partido en alemán. Y nosotros, pues ¡felices de la vida! Son nuestros noventa minutos de paz, más el tiempo extra y los penales.
Lo bueno es que nos dimos cuenta antes de que terminara el torneo. Al principio, apostamos sólo cantidades pequeñas, ya sabes, para ir probando. Luego le fuimos agarrando más y más confianza, hasta que nos animamos a meterle lo de la herencia de mi esposa. Tuvimos que firmar un contrato y todo, porque la página esa no aceptaba apuestas tan grandes. Pero ahora sí ya está todo listo. Este domingo nos cambia la vida. Este domingo es la final.
Saturday, December 17, 2022
Balance
Thursday, December 15, 2022
Temblor, temblor, un beso
El otro día tuvimos una reunión con amigos en nuestra casa. Mi hija estuvo despierta durante toda la cena, sentada sobre una de mis piernas. Le di un beso. Comencé a temblar mi pierna para que se estuviera quieta, y ese fue el gesto que disparó el recuerdo. Me transporté al antecomedor de la casa de Jurica, en donde los adultos solían pasar horas jugando póquer mientras los niños revoloteábamos a su alrededor.
Yo sentado en el regazo de mi padre. El sonido de las fichas de casino. El verde intenso del mantel de juegos. Humo de cigarro. Pláticas. La risa aguda de mi tía Yolanda. El bostezo de mi madre. Temblor, temblor, un beso. Mi aburrimiento. El escándalo de mis primos jugando en la cocina. Los antebrazos morenos de mi padre. Un beso suyo. El cosquilleo de su barba en mi mejilla.
«Tengo que aprender a jugar póquer», pensé.
FOMO
Estoy muy entusiasmado por continuar escribiendo todos los días y mejorar mi manera de contar lo que pienso. Me intimida saber que hay otras personas que ya son escritores profesionales y lo han hecho toda su vida. Reciben premios, escriben novelas y ganan dinero. Y yo, aquí a mis treinta y cinco años, apenas dando mis primeros pasitos. Nunca voy a poder ser como ellos. ¿Qué es lo que estoy haciendo? Estoy perdiendo mi tiempo. Quizás debería mejor de invertir mi tiempo y mi dinero en cursos de programación, de diseño o de negocios.
Es que en este mundo no hay lugar para los mediocres. Los ganadores se lo llevan todo. Arrasan. Y yo no soy uno de ellos.
Veo todos los días como la tecnología va avanzando y como los demás van creando nuevas herramientas para resolver problemas reales utilizando inteligencia artificial. Un abogado virtual que negocia los pagos retrasados de tus cuentas. Un procesador de palabras que te genera párrafos completos de una historia con tan solo darle una frase. Suites creativas que generan imágenes realísticas a partir de texto. Ver esas tecnologías me deja boquiabierto. Pero también me desanima. Ellos, los ganadores, creando esas tecnologías que parecen hacer magia, y yo aquí, en piyama, comiendo chocolates y buscando una excusa para no salir a correr. «Es que hoy hace mucho frío».
No es cierto que en este mundo no hay lugar para los tibios. El mundo está lleno de ellos. De nosotros. Todos somos mediocres en algo. Hasta los genios. Sobretodo los genios. Nadie es grande en todo lo que hace. Nadie se hace grande de un día para otro.
¿Por qué estoy aprendiendo a escribir? Lo estoy haciendo para mí, porque siempre he sentido que tengo algo que decir, y por no saber cómo decirlo me he quedado callado. Mis ideas se han quedado dentro de mi cabeza. No han llegado a tener forma. No sé siquiera si eran buenas ideas o sólo flatulencias cerebrales. No lo puedo saber porque nunca las escribí, nunca las conté. Estoy aprendiendo a escribir mejor para poder pensar mejor. Eso me basta.
Wednesday, December 14, 2022
Atrapado en las redes
Hace unos días instalé twitter y facebook en mi teléfono porque quiero volver a “conectarme” con el mundo exterior. Como era de esperarse, terminé desperdiciando mucho tiempo, leyendo contenido basura y mirando videos cortos vanos, uno tras otro (odio esos videos cortos). En suma, mi primer intento de volver a conectar con el mundo fue un rotundo fracaso. Pero aprendí mucho.
El problema no son las redes sociales, o los creadores de contenido “basura”. Ellos están haciendo su trabajo, ganándose su pan de cada día. El problema soy yo. Yo soy el que no sé usarlas correctamente. Las instalé con buenas intenciones, pero sin una estrategia o un plan. Grave error. Al final las redes fueron las que terminaron usándome a mí. Me chamaquearon.
Quiero usar las redes sociales (excepto tiktok, esa cosa es del diablo) para descubrir personas con ideas interesantes, ser parte de conversaciones relevantes, compartir mis ideas con el mundo y estar en contacto con amigos y familiares. Nada más y nada menos. Para esto voy a limitarme a seguir unas cuantas reglas simples:
- No usar las redes sin un objetivo específico y un límite de tiempo.
- No tener las redes en mi teléfono móvil, para que no estén a mi alcance cuando estoy aburrido (p.ej. sentado en el inodoro).
- No usar las redes sociales para leer noticias.
- Trabajar en bloques de no más de media hora.
- Dedicar un bloque a la semana a depurar las cuentas que sigo.
- Dedicar un bloque a la semana a descubrir nuevas cuentas e ideas interesantes.
- Dedicar uno o dos bloques a la semana a responder mis interacciones y publicar alguna actualización en mi perfil.
Tuesday, December 13, 2022
Alergia
Desde que era niño tengo una alergia a las palabras esdrújulas ¡Achú!
Es una condición muy rara e inofensiva. Mi maestra de español fue la primera en darse cuenta. Después de varias pruebas, mi pediatra también confirmó la alergia. El diagnóstico ¡Achú! fue un alivio para mi tía Vero, pues no podía entender por qué me lloraban los ojos cada vez que escuchaba su nombre. No me hacen falta esas palabras, he aprendido a vivir sin ellas.
Dicen los doctores que es una discapacidad menor, pero ¿Qué saben ellos de las restricciones a las que soy sujeto cada día? Ellos no saben lo que es vivir siempre a la defensiva, evitando esas palabrejas.
Mi esposa lee los libros antes que yo y tacha con un marcador permanente todo lo que no debo leer. Cuando es posible, escribe una palabra equivalente en el borde de la hoja. Si no encuentra una equivalente, elige otra palabra que suene bien en su lugar. A veces cambiar una palabra aquí y otra por allá le altera el sentido totalmente a un libro. Pero eso no me molesta. A mí me sigue gustando mucho leer.
Monday, December 12, 2022
Un portón y tu luna
Envidia
No tengo una casa, ni un coche, ni un segundo trabajo. Tengo sí, un poco de envidia. Pero esa no hace falta que la mencione en mi declaración de impuestos.
Sunday, December 11, 2022
La lista
La prueba
Saturday, December 10, 2022
Friday, December 09, 2022
2022
Este año lo comencé cerrando un círculo. Fui al parque con mi esposa y quemé los restos de una crisis emocional que me sacudió en 2021. Recibos de terapia, notas, escritos y dibujos. Todos esos papeles se convirtieron en cenizas frente a mis ojos. Con ese gesto marqué el inicio de una etapa nueva, mirando hacia adelante. Unos días después dio positiva una prueba de embarazo. Terremoto. ¡Qué alegría! ¡Qué bendición!
Viajamos mucho en los primeros meses, pues intuimos que entre más avanzado fuera el embarazo, más difícil e incomodo sería viajar. Marsella, Manchester Mallorca y Skiathos.
Descubrí a Jordan B. Peterson. Disfruté leyendo sus libros "12 reglas para vivir" y "Más allá del orden". Me sorprendió que resonaran en mí las ideas de alguien de ideología conservadora. «¿Será que me estoy haciendo viejo?» Conecté con las historias de los pacientes a los que acompaña en terapia. También descubrí a Alain de Botton y su "School of Life". Disfruté leyendo sus ideas sobre salud mental, arquitectura, arte, psicología y paternidad.
Al fin hice muchas cosas que había estado posponiendo desde hace años. Saqué mi licencia de conducir. Compré una cama más grande, un segundo congelador y una bicicleta. Comencé a tomar clases de griego, a aprender guitarra clásica y a leer notas musicales. Me apunté a un curso de escritura creativa y estoy cultivando el hábito de escribir por las mañanas.
Recibí muchas visitas. Me dio mucho gusto poder compartir con mi familia cómo es mi vida aquí en Hamburgo. La comodidad de mi mini departamento. Lo rico que es caminar por las calles de mi barrio. La belleza del Stadtpark, con sus árboles frondosos y sus extensas áreas verdes.
No todo fue fácil este año. Nos contagiamos de covid. Tuve períodos de mucho estrés en la oficina. Me costó mucho trabajo pasar mi examen de manejo. Lo pasé en el tercer intento. En más de una ocasión me sentí frustrado y me resultó difícil controlar mis emociones. Me di cuenta de que me ofendo muy rápido y me tardo mucho en volver a mí cuando algo me saca de quicio. Aprendí que soy un poco arrogante y me abrumo muy fácilmente ante un fracaso. Una estrategia que me funciona muy bien cuando estoy enojado es distraerme y pensar en otra cosa. Evitar quedarme dándole vueltas al asunto en mi cabeza.
El nacimiento de Olivia fue una experiencia muy intensa y muy estresante, a pesar de que no hubo complicaciones graves. Mi cuerpo y mi mente llegaron al límite. Hubo de todo. Mucho miedo, mucho dolor (de mi esposa) y una impotencia aplastante. Fue una bomba de emociones. Creo que yo lloré más que la bebé en la sala de parto. Estoy agradecido de haber podido estar ahí para recibirla.
Sin pensarlo mucho decidimos tomarnos un año de paternidad. Los dos al mismo tiempo. Eso nos dio la oportunidad hacer las cosas sin prisa. Ir aprendiendo poco a poco a ser padres. Ir adaptando poco a poco nuestra relación a esta nueva realidad. Creo que fue una decisión acertada. Ya habrá en el futuro mucho tiempo para ir a trabajar y ganar dinero. Ahora es tiempo de crecer.
Thursday, December 08, 2022
Una casa con jardín
Una casa con jardín. El olor a comida recién hecha. El ruido de nuestra hija jugando en el interior. Un librero, dos libreros, muchos libros. Nuestros álbumes de fotos. Un pequeño estudio muy colorido y a reventar de materiales para manualidades. Un calendario en la pared con muchas notas hechas a mano. Un garabato colgado en la puerta del refrigerador. Una mesita en el jardín. Tú y yo tomando café, respirando el aire fresco por la mañana. Un beso tuyo.
Wednesday, December 07, 2022
Reconectar
Los días van pasando y yo con ganas de escribir. Todas las mañanas. Escribir para ir soltando los dedos y fortaleciendo el músculo lingüístico. Comienzo simplemente escribiendo un montón de ideas sin conexión. Sacando lo que hay en mi mente. Luego veo si hay algún tema que se pueda rescatar. La mayor parte de estas palabras terminarán en la basura. Las voy a borrar. Pero me habrán servido de algo. Palabra. Sí tú. Lo siento mucho pero te voy a borrar. Muchas gracias por tu colaboración.
¿Por qué me cuesta tanto trabajo compartir algo en internet? ¿Por qué me he quedado callado en las redes sociales, sólo observando, con miedo incluso a actualizar mi foto de perfil? ¿A qué estoy esperando para comenzar a compartir? Si no vuelvo a abrirme y a interactuar me voy a quedar en mi burbuja no sé cuantos años más.
Una parte de mí se resiste a esa dinámica tóxica de las redes sociales. Me refiero a que la gente comparte sólo la parte positiva de sus vidas y los demás los observamos con envidia. Miren mi auto nuevo, miren qué guapos están mis hijos, miren qué feliz soy y qué perfecta es mi vida. Pero creo que ya es hora de repensar mi actitud defensiva con respecto a las redes. Obviamente lo que compartimos es sólo una parte muy pequeña de nuestras experiencias, y es natural que nos den ganas de compartir las cosas positivas y de olvidar las partes negativas o aburridas de nuestras vidas.
El mundo de hoy está híper-conectado. Las redes sociales están al alcance de todos (siempre y cuando tengan internet). Y la mayoría de la gente las usa de manera habitual. Qué bendición es vivir en esta época para alguien que tiene algo que decir.
Me resisto a compartir lo que escribo porque no es perfecto. No quiero que los demás vean mis faltas de ortografía, mis relatos aburridos o mis poemas llenos de clichés sentimentales. Quiero sólo compartir una parte de lo que escribo. Sólo lo mejor. Por eso nunca comparto nada. Por eso nunca escribo nada. Y lo mejor de nada es nada. Este perfeccionismo me paraliza. Tengo que sacudírmelo ya.
Siguiente paso: reconectar.
Tuesday, December 06, 2022
Mi niña
Tengo un bebé de tres meses. Es una niña. No tiene dientes todavía, pero tiene una sonrisa sumamente contagiosa. Nació con mucho cabello y tiene un peinado muy mono que le va perfecto a su carita de bebé. Cuando tiene los ojos cerrados parece una bebé asiática. Tiene unos cachetes súper redondos y suavecitos.
Tiene muy poca paciencia y pasa muy rápido de un estar relajada a un estado de alarma y pánico. Lo que le falta de paciencia le sobra de ternura y belleza.
Me propuse pasar este tiempo con ella sin expectativas, para estar realmente presente con ella. La mayor parte del tiempo no tengo nada planeado. Voy viviendo el día al ritmo que me marca ella. A veces es muy aburrido para los dos.
La mayor parte del tiempo la pasa durmiendo o tomando leche del pecho de su mamá. Una vez al día salimos a dar una vuelta y a respirar un poco de aire fresco. Primero llora, y después de unos minutos se queda profundamente dormida. Ayer durmió cuatro horas mientras paseábamos en un centro comercial.
Estoy perfeccionando el arte de mantener la calma cuando mi bebé está llorando. A mi esposa eso se le da de manera natural, pero yo necesito esforzarme mucho. Me ayuda visualizar a la bebé sonriendo y respirar profundamente.
Mi esposa y yo la estamos pasando muy bien. Espero que la bebé también.
Monday, December 05, 2022
Mañanas
Me gustan las mañanas. Son el momento perfecto para pensar con claridad. Me gusta comenzar a vivirlas despacio, poco a poco. Disfrutándolas como se disfruta un postre exquisito.
Me tomo mi café con calma. Espero a que salga el sol, sentado sobre el borde de la ventana. Leo, escribo, medito. Disfruto el silencio que me deja escuchar mis pensamientos. Evito las redes sociales, los videojuegos y la televisión.
Cuando no puedo disfrutar mi mañana justo así como me gusta, me siento frustrado y comienzo el día de mal humor.
La paz matutina es un lujo que tiene su precio. Hay que dormirse temprano y levantarse antes que los demás. Y hay que dejar el departamento en orden desde la noche anterior. Sería un desperdicio pasar una buena mañana recogiendo platos y doblando ropa.
El encanto matutino se termina muy pronto, pero siempre me deja una sonrisa que me acompaña el resto del día.
Sunday, December 04, 2022
Rituales
Cuando estaba en sexto año de primaria, hicimos unos shorts de periódico y uno a uno los tiramos al fuego como un símbolo de la infancia que íbamos dejando atrás. Todavía recuerdo ese ritual después de tantos años. Aunque sólo debía tener unos once años, en ese momento me sentí grande, serio y responsable. Como un pequeño adulto.
A mí me gustan mucho los rituales. No me parecen bobos ni ridículos. Me gustan porque los tomo en serio. Aprendí a hacerlo desde chico en el colegio católico, atendiendo a mil misas y celebraciones religiosas.
El ritual, religioso o pagano, tiene el poder de conectar con nuestro subconsciente y nuestras emociones. Si lo entendemos como una herramienta psicológica y no como algo mágico, lo podemos emplear para inyectarle significado a nuestras vidas. Y eso –el significado–. Vale oro.
Este podcast me hizo reflexionar sobre el poder de los rituales. Hoy toca encender la segunda vela de la corona de adviento. La enciendo en mi departamento cálido y acogedor. Escuchando música navideña y tomando un té junto a mi esposa, mi hija y mis suegros. Feliz y agradecido.
Saturday, December 03, 2022
Proyectos
Un ebook sobre un tema poco interesante.
Una pastorela corta para Zoom.
Poesías cortas en alemán e inglés para incluirlas en mi presentación de fin de año.
Una tarjeta navideña digital super cursi estilo internet en la década del 2000.
Una cadena de mensajes de WhatsApp, estilo "si no envías este mensaje a al menos 3 personas, se te van a pudrir tus genitales".
Un newsletter sobre temas ordinarios de la vida, por ejemplo "Este martes se acabó la pasta de dientes".
Un show de talentos poco apreciados vía Zoom.
Olivia plus. Un servicio de subscripción para recibir fotografías exclusivas de la bebé. Dirigido a sus abuelos y tíos. Sólo 5 euros al mes. ¡Ka-ching!
Comenzar los domingos escribiendo un correo largo a un buen amigo.
Un tarjetero con nombres de amigos con los que quiero mantener un buen contacto. Rotar las tarjetas semanalmente.
Un calendario de adviento vía WhatsApp. Acertijos, poemas, memes, etc.
Un juego que se juegue por WhatsApp
Friday, December 02, 2022
Adiós al espejo en primavera
Thursday, December 01, 2022
Trascender
Tantos proyectos, tantas ideas, tantos sueños... Y tan pocas creaciones.
No tengo nada que demuestre que existí. Que estuve los últimos trece mil y pico días en este planeta, respirando su aire, coexistiendo con sus casi 8 billones de habitantes. Llevo dos décadas posponiendo mis ideas, guardándolas en el banco de mi memoria y dejándolas para un mañana hipotético.
De vez en cuando se apodera de mí un impulso creativo, un ruido en mi cabeza, un movimiento en mi pecho, un malestar. No siempre lo puedo identificar, a veces simplemente comienzan a surgir ideas una tras otra.
De pronto vuelvo a soñar, vuelvo a creer en mí. Y por un breve momento vuelvo a ser un escritor en ciernes, un artista, un emprendedor. ¡Cómo me gusta soñar que escribo y soy leído! ¡Cómo disfruto imaginar que mis ideas cambian el mundo!
Pero así como llega tan de repente, ese ímpetu creativo también se va sin avisar. Es fugaz e impredecible. Y yo sin su inspiración regreso a mi vida cotidiana y se se me olvida poco a poco que dentro de mí arde un fuego que quiere ser incendio.
Quiere trascender.