Monday, December 12, 2022

Un portón y tu luna

Piano suave. 

Toco la esquina del vidrio que me quema, que me arde. Semáforo de rosa petulante. Cuánto olvido de mi casa en Nicaragua. Sin dormir vuelvo a ti, mi serena de olvido. Sin llaves siento tu mirada rebozar. Sin pies ni nada, nadando en el mar de tus caricias, viviendo en la mina de tus ojos. Siena, San Juan. Palabras verdes que van y vienen al vacío, junto al perfil de tu amarillo, de tu olvido. No, no me dejes más siempre sintiendo, siempre sollozando, sin mis sucios sueños. 

Al menos voy andando.

Y sigue y sigue el cangrejo en la mar. La hora del naufragio, del olvido. No es más, no es más melodia interminable. Mesa y cuna, botella que gira, columpio en el aire, vela y espuma. ¿Cuánto más?, ¿Hasta dónde? Orificio, resquicio de ti, de tu tensión, de tu cancion. Forrajero de almas viejas y desnudos sin escuela. 

No hay más en este cajón. No queda sino el silencio de la escoba y el granero. Aquel momento en el que todas las aves sienten el nido degollado. Entrada ya la gris aurora del mañana se va, se va, se va…

¿Por qué me dejas? Cuando siento en ti mi resplandor de luna, si no es tu pecho más que oficio callado. Un portón y tu luna.

Ejercicio de escritura automática.

No comments: