Friday, November 03, 2023

Habilitar un relato

Otra semana pasó y todavía no has escrito nada. Se te está haciendo costumbre comenzar tarde con los relatos. Llega el segundo viernes y se te nota preocupado. Andas todo gruñón, huyes de tu hija cuando se te acerca gateando para que juegues con ella, te sientas en el sofá disque a escribir en tu teléfono y terminas perdiéndote en los videos cortos del Facebook. A estas alturas ya deberías de tener tan siquiera la puntita de un hilo al que irle jalando para comenzar a tejer tu historia. Pero no se te ocurre nada.

La cosa es, en teoría, sencilla; es solo cuestión de levantarse por la mañana lo más temprano posible, salir del cuarto sin hacer ruido para no despertar a los demás, lavarse la cara, cambiarse la pijama, hacerse un café (con la puerta de la cocina cerrada para no despertar a nadie; la máquina de espresso nueva que compraste, precisamente para acelerar tu ritual matutino, resultó ruidosísima), llenar una jarra de agua y buscar un vaso limpio mientras tu escandaloso robot te prepara el café (si te sientes generoso puedes limpiar el desastre que dejaron tu esposa y tu hija la noche anterior en la cocina, pero sin extenderte demasiado limpiando porque se podría enfriar el café), llevar el agua y el café a la mesa de la sala, si la mesa está todavía embarrada de salsa de tomate con pedazos de brócoli y macarrones habrá que regresar con cuidado a la cocina y tomar un trapo húmedo (no te puedes arriesgar a que se manche el ordenador del trabajo, que es el que usas para escribir por las mañanas), limpiar la mesa, sacudir el mantel, llevar los platos sucios a la cocina (ahora no parece tan buena la decisión de ayer de irte a la cama sin darle una última pasada a la casa), sacar la computadora de la mochila, sentarse y, al fin, ponerse a escribir. Sencillo. 

Abre un documento nuevo y llámalo. ¿Acaso escuchaste a la niña toser?, qué importa, de todos modos ya son la ocho y tienes que arreglarte para comenzar a trabajar. Quizás por la tarde tengas más suerte y logres escribir algo, aunque sea solo el título.

2 comments:

Anonymous said...

Me identifiqué carbón!

Josué Zarzosa said...

Muy bien, me da gusto. Quiere decir que hay algo de universal en la experiencia. Gracias por leerme, Anónimo. :)